jueves, 30 de junio de 2011

Cuando no te explicas...

Por que te sientes ridículamente inútil ese día, cuando todo te sale mal o no te sale, cuando te mereces con todo el alma que te digan inútil o idiota...o simplemente tienes ganas de correr mientras lloras.
Es así de simple, solo tienes que pasar en esos momentos de las personas que te rodean, de las personas que en ese momento te están tirando a los perros, abrir la puerta de tu casa mirar hacia todos lados y salir corriendo, correr todo lo rápido que puedas, evitando pensar, dejar que el aire golpee en tu cara, sentir como tus lagrimas corren por tus mejillas hacia atrás, como tus piernas van sin avisar y casi no te da tiempo a pisar por que frotas de lo rápido que vas; Tu ropa se ciñe a tu cuerpo, tu corazón se acelera cada vez más y sientes que te falta la respiración, pero no importa por que cuando pares podrás recuperar esta que se fue. Tu cabello se va hacia atrás por el aire, cuando llueve, el agua golpea en tu cara, cuando hace frío, no importa cuando pares estarás sudando y tu cuerpo estará ardiendo. Entonces, es cuando te das cuenta y sin explicar como...dejaste de pensar y no te explicas como, tus pies tuvieron que parar en ese sitio, da igual que sea, la casa de él, de ella, en el parque, en el lago, al final del camino...la cuestión es que te lleva donde quieres estar y sonríes para ti y arreglas tu cabello, tu ropa, respiras hondo llenando tus pulmones de ese aire nuevo y te dispones a ir en busca de la felicidad.
Por que cuando menos te lo esperas, tus pies te llevan al sitio donde quieres ir♥

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