domingo, 9 de enero de 2011

Tic, Tac...llega la hora.

Sentada frente a mi ordenador, pensando si debería o no dar a aceptar a crear nueva cuenta, el nombre perfecto, apellido familiar. Todo lo que tenía que tener listo, solo faltaba las ganas de darle o no, me levante suspirando de la cama dejándolo hay y camine hacia la cocina descalza en busca de algo para comer, pronto mi perro Koki salto a mis piernas ladrando.
- Eh fiera...relax, soy yo mamí. -Acaricie su cabeza y hocico.-...va, déjame.
Lo baje de mi piernas y fui hacia el frigorífico, el me seguía y yo alce la ceja mirándolo.
- ¿Qué esperas? -Ladeo la cabeza sacando la lengua y se sentó. -Que listillo eres. -Saque un yosport de fresa y lo deje en la encimera. -Como mamá se entere nos mata. -Abrí el paquete de jamón york y se la enseñe. -Quieto. -Se quedo sentado- Muy bien. -Se lo lance un poco lejos de mi y observe como de un salto lo cogía en el aire. -No entiendo como mamá nunca nos dejo participar en una competición a ya...ya recuerdo -me reí y con mi cadera di en la puerta del frigorífico cerrándola mientras cogía mi batido. -Si no estuvieras tan loco y nervioso  seguro que hubiéramos participado -me incline y le di un besito en la cabeza. -Quédate hay fiera.
Lo deje en la cocina aun comiendo la loncha y me eche en el sofá bebiendo el batido, mire hacia la mesita y observe mi iPod, alargue la mano y me lo puse. Pop, rock, rap, clasic... empezó a sonar de todo en el iPod haciéndome mover mi pierna y marcando un compás con el pie, la puerta de casa se abrió, hice una mueca de horror y me levante corriendo arreglando el sofá.
- ¿Quien es? -Grite quitándome un casco y terminando el batido.
- Yo. -Era mi hermana, rodé los ojos suspirando y camine hacia ella. -¿Esos pantalones son míos? -Mire los shorts negro y negué. 
-¡Qué va! -Camine hacia las escaleras.
- Sí lo son. ¡Tata! -Grito y me pare.
- ¡Ay! Mira que eres pesada Lucy.
- Me voy a chivar a mamá. 
- Y yo le diré que te fuiste aun castigada. -La mire desde las escaleras y le guiñe el ojo.
- Te odio. -entro en la sala.
- Yo también te quiero. 
Subí los escalones de dos en dos para llegar antes a mi cuarto, una vez dentro observe que aun me había dejado el ordenador hay abierto, suspire y entorne la puerta echándome en la cama, pensando una y otra vez si sería lo mejor entrar de nuevo a esa vida o no. En mi puerta se escuchaba arañazos, me levante asustada y corrí hacia la puerta, era mi perro con una pelota en la boca.
- Bicho, como te pille mamá arañando la puerta te va' a dar para el pelo. -le acaricié un poco riendo y lance la pelota hacia el pasillo haciéndolo correr tras ella.
Entorne la puerta y volví a la cama pensativa, me puse los cascos y empece a escuchar música mientras me venían las ventajas y desventajas de entrar de nuevo, pronto volví a tener a mi perro sobre la cama con la pelota.
- Agh...baboso. -se la quite y lo mire.-No se que hacer...-suspire triste y pronto se me echo sobre el portátil.- Eh, eh...no te acomodes feo -lo abrace un poco a mi y lo acaricie. -¿Lo hago? -me miro atento y empezó a jugar conmigo.-Para, para...-me reí y en seguida cuando lo aparte un poco observe en la pantalla del portátil como Stella Overstrand se había registrado.

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